La Organización Panamericana de la Salud informó que la mitad de todas las enfermedades de salud mental comienzan a los 14 años de edad. En este artículo, abordaremos esta temática con dos profesionales de nuestro staff de Argentina y México, quienes nos darán pautas de cuidado y factores de riesgo a tener en cuenta para proteger y fortalecer la salud mental de los niños y jóvenes.
Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, esta vez el foco está puesto en el cuidado de las infancias y las juventudes, edades claves donde se pueden empezar a desarrollar diferentes trastornos que desencadenan en patologías como la depresión y la ansiedad.
Estar atentos, fortalecer el autoestima de los jóvenes, enseñar a usar la tecnología con discernimiento crítico y buscar orientación profesional son algunas de las recomendaciones que nos indican las profesionales consultadas.
Cómo identificar signos de alarma y el rol de la familia
La familia, amistades y el entorno educativo son los lugares donde se empiezan a visibilizar los cambios en las las conductas de los niños y jóvenes. Los signos de alarma más frecuentes incluyen: cambios en el estado de ánimo, irritabilidad o tristeza prolongada, pérdida de interés por actividades que antes resultaban placenteras.
Otras de las alertas que remarcó la Lic. en Neuropsicología Josefina Rigo (Argentina), pueden estar relacionadas con alteraciones del sueño o del apetito, dificultades para concentrarse, bajo rendimiento escolar o retraimiento social. “Otros indicadores importantes son las expresiones de desesperanza, culpa excesiva o pensamientos sobre la muerte, así como comportamientos de riesgo: consumo de sustancias, autolesiones, aislamiento o explosiones de enojo sin motivo claro”, enfatizó.
¿Cómo debe actuar la familia si observa alguna de estas conductas?
“La primera respuesta de la familia debe centrarse en el acompañamiento empático y sin juicios. Generar un clima de confianza que invite al diálogo, mostrando disponibilidad para escuchar sin minimizar lo que el adolescente siente ni invadir con interrogatorios o reproches. En esta etapa, validar sus emociones y transmitir que pedir ayuda no es signo de debilidad, sino de cuidado, es un mensaje clave”, respondió la psicóloga.
En tanto que se recomienda buscar orientación profesional para evaluar la situación y decidir pasos a seguir.
Fortalecer la Resiliencia en el mundo digital
La OPS/OMS destaca que la infancia y la adolescencia son períodos sensibles a las influencias ambientales, más aún si le sumamos el uso excesivo de las tecnologías y las redes sociales. En este sentido, la Lic. Rigo explicó: “La tecnología puede ser una herramienta de conexión y aprendizaje, pero su uso excesivo o sin regulación favorece la comparación constante, la exposición a contenidos dañinos y la pérdida de horas de sueño o actividad física. Todo esto impacta directamente en la autoestima, la concentración y el bienestar emocional”.
La profesional habló de fomentar la “resiliencia digital”, el cual implica enseñar un uso consciente y equilibrado, desarrollando un pensamiento crítico a lo que se ve en redes, priorizando los vínculos reales. “Cuando los jóvenes logran usar la tecnología como una herramienta y no como un refugio, fortalecen su autonomía y su sentido de control”, afirmó Josefina Rigo.
Por otra parte, la profesional destacó que la salud mental juvenil puede verse afectada por otros riesgos significativos como el consumo de sustancias psicoactivas, la pobreza y la desigualdad social, y la exposición constante a distintas formas de violencia física o verbal. “Estos factores, muchas veces interconectados, refuerzan la vulnerabilidad emocional y dificultan el acceso a oportunidades de desarrollo integral, haciendo aún más necesario fortalecer los entornos protectores y las redes de apoyo”, enfatizó.
Pedir ayuda, la telemedicina como herramienta al alcance de todos
La psicóloga Melanie Ramírez, del staff de doc24 México, explicó que “la telemedicina no solo amplía el acceso a la salud mental, sino que transforma la manera en que los jóvenes se relacionan con su bienestar emocional. Cuando la tecnología se usa con ética, empatía y calidez humana, deja de ser una barrera y se convierte en un puente hacia la conexión, la prevención y la atención temprana.”
Recomendaciones para fortalecer el bienestar diario
Para la Lic. en Neuropsicología, el primer paso es el autoconocimiento, “conocernos, mirarnos, observarnos. Entender qué nos moviliza, qué nos lastima, qué nos entusiasma y qué necesitamos para sentirnos en equilibrio. Después viene el trabajo personal: animarnos a transformar lo que no nos hace bien, a revisar hábitos, soltar patrones y creencias que nos limitan y sostener esos cambios con perseverancia y esfuerzo”.
En esta línea, remarcó que es importante elegir relaciones que nos hagan bien, poner límites y vivir en sintonía con uno mismo. A partir de ahí, los hábitos saludables como descansar bien, comer de forma consciente, mover el cuerpo, conectar con la naturaleza o con el arte, dejan de ser obligaciones y se vuelven formas de acompañarnos.
La psicóloga Melanie Ramírez, complementó que muchos jóvenes hoy viven inmersos en un entorno de hiperestimulación, inmediatez y comparación constante. “Uno de los mayores desafíos para su salud mental es el ruido emocional y digital que los desconecta de sí mismos y de su entorno. El uso excesivo de redes sociales, la búsqueda de validación externa y la dificultad para tolerar el aburrimiento o la frustración se han convertido en fuentes constantes de ansiedad, insomnio y desmotivación”, explicó.
Para Ramírez, “más que prohibir la tecnología, el reto está en educar emocionalmente: enseñar a identificar lo que sentimos, desarrollar autoconfianza y cuidar la mente con los mismos hábitos con que cuidamos el cuerpo —descanso, alimentación, silencio, movimiento—.” También subrayó que “la resiliencia no es innata, se construye día a día en entornos donde el joven se siente visto, validado y acompañado. Las familias, las escuelas y las comunidades cumplen un papel esencial cuando promueven la escucha activa, la empatía y la responsabilidad emocional.”
La detección temprana, acompañada de un entorno contenedor y empático es una de las herramientas más poderosas para proteger la salud mental en etapas tempranas de la vida.
En doc24 estamos comprometidos con el bienestar integral ofreciendo a través de la tecnología el acceso a profesionales y a herramientas que contienen y ayudan a potenciar la salud mental de jóvenes y adultos.